La empresa estadounidense de coworking o espacios de trabajo compartidos, WeWork, ha presentado una solicitud de protección por bancarrota en virtud del Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos, con el propósito de llevar a cabo una «reorganización integral» de su negocio.
Mediante un comunicado, la empresa explicó que busca la capacidad de rechazar contratos de arrendamiento de ciertas ubicaciones, mayormente no operativas, manteniendo informados de antemano a todos los miembros afectados. WeWork aseguró que continuará ofreciendo servicios a sus miembros, proveedores, socios y demás partes interesadas en el curso ordinario de sus operaciones, además de contar con la liquidez necesaria para llevar a cabo estas acciones y mantenerse activa.
WeWork ha experimentado uno de los colapsos corporativos más notables de los últimos años en EE.UU. Valuada en 47.000 millones de dólares en 2019, la empresa fracasó en su intento de salir a Bolsa hace cinco años. A pesar de su debut en 2021 mediante una sociedad de adquisición especial, la compañía ha sufrido una pérdida cercana al 98 % de su valor desde entonces.
Según los registros de la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos, WeWork posee alrededor de 16.000 millones de dólares en obligaciones de arrendamiento a largo plazo.
