(EFE).- La ficción cada vez se mezcla más con la realidad en las redes sociales y ahora los usuarios, a veces sin saberlo, se pueden topar con ‘influencers’ (la inmensa mayoría mujeres) generadas con inteligencia artificial (IA) o incluso pueden chatear con dobles digitales de famosos.
Es el caso de Anita Lopez, que se describe en Instagram como una creadora de contenido digital a la que le gustan los videojuegos y el ejercicio, pero al final de la biografía que aparece en su cuenta pone: «Desarrollada por I», junto al emoticono de un robot.
En el 60 % de sus más de 90 publicaciones se puede ver a esta «mujer de pelo rosa» en ropa interior, bikini o top deportivo, y los textos de sus post no aclaran que es una ilusión creada por The Clueless, una compañía con sede en Barcelona.
Según Financial Times, esta ‘influencer’ con más de 300.000 seguidores ‘gana’ hasta 11.000 dólares al mes y le pagan 1.000 dólares por publicación para anunciar productos de marcas como la ropa interior de Victoria’s Secret y la línea de cuidado del cabello Olaplex, cantidades que lógicamente se llevan sus creadores.
No es de extrañar que las agencias de modelos de IA se quieran hacer con un pedazo de la economía de los creadores, que el año pasado estaba valorada en 250.000 millones de dólares.
Por su parte, Lil Miquela, que se describe en Instagram como una «robot de 19 años que vive en Los Ángeles» y tiene más de 2,6 millones de seguidores, va un paso más y hasta se ha sacado fotos con la cantante Rosalía, quien también posteó la foto en sus propias redes.
Otras cuentas optan por indicar que son máquinas con la etiqueta #aimodel (modelo IA), hashtag que cuenta con más de 520.000 publicaciones en las que predominan las mujeres semidesnudas y en el que por cada cincuenta fotos de mujeres generadas por IA hay solo una de hombres.
El gigante tecnológico Meta anunció en febrero que en «los próximos meses empezará» a etiquetar imágenes generadas con IA en sus redes Facebook, Instagram y Threads.
Por su parte, YouTube presentó esta semana una nueva herramienta que requiere que los creadores indiquen a los espectadores cuándo el contenido realista «que un espectador podría confundir fácilmente con una persona, lugar, escena o evento real» ha sido en realidad creado artificialmente.
‘Deepfake’ y humanos digitales
Cada vez circulan por Internet más ‘deepfake’ que usan la cara de famosos para estafas difundidas en las redes sociales: algunos de los blancos han sido el youtuber MrBeast, cuyo nombre real es Jimmy Donaldson y tiene más de 246 millones de seguidores; el premiado actor Tom Hanks o el director ejecutivo de Tesla y dueño de X, Elon Musk.
Otros famosos, como el deportista Tom Brady, la influencer Charli D’Amelio o el rapero Snoop Dogg, optaron por vender su imagen a Meta por hasta 5 millones de dólares para que el gigante tecnológico crease dobles digitales con los que sus usuarios pueden chatear.
«Los mensajes son generados por IA. Algunos podrías ser inexactos o inapropiados», es la advertencia que aparece en el chat del perfil de Instagram de Bru, un avatar con la cara de la estrella del fútbol americano Brady.
El mercado humano digital mundial alcanzó un valor de 11.300 millones de dólares en 2021 y se espera que alcance los 125.000 millones de dólares en 2035, según la consultoría tecnológica Gartner.
Sarah Yáñez-Richards