Por tercer año consecutivo Tarbay se une a esta peregrinación mariana honrando sus raíces
La celebración de la Virgen del Valle y la peregrinación marítima en su honor se viven con un gran fervor que va más allá de lo religioso. Es una tradición generacional que forma parte del imaginario de TARBAY, como un acto de comunidad y unidad que comparten con diferentes allegados a la marca para que más personas puedan ser testigos y partícipes de la preservación de estas tradiciones.
TARBAY es una marca de moda con arraigo y orgullo de sus orígenes, que hace honor a ellas en su máxima expresión. Nacida en la Isla de Margarita, un lugar en el que sus tradiciones pintorescas resaltan, TARBAY busca realzar todas sus áreas en una experiencia única que integra la cultura, tradiciones, historia, gastronomía, estilo de vida de quienes la habitan y, por supuesto, la moda.
Además, la Isla de Margarita es la fuente de inspiración principal para el imaginario de la marca y sus creadoras, Marta y Ana Sofía Tarbay. Con casi 25 años en la industria venezolana, decidieron ampliar lo que son compartiendo el corazón de la marca con todos, su taller, su cultura y las tradiciones que más les enorgullecen.
Miles de feligreses, tanto de la isla como del resto del país, asistieron a la misa a medianoche en honor a la patrona de la isla. Y en la mañana del 8 de septiembre, todos juntos en los peñeros, acompañamos de forma solemne a la de la Virgen en su recorrido por nuestras aguas hasta su destino final, la bahía de Pampatar.
Además, nuestros queridos amigos y clientes que nos acompañaron en esta experiencia pudieron disfrutar de una visita a nuestro taller, un recorrido guiado por la colección privada del Museo de Arte Contemporáneo Francisco Narváez y una experiencia gastronómica sensorial con la chef Yuraima Blanco, así como un almuerzo en el restaurante Juana La Loca.
La peregrinación marítima es un momento de alegría que exacerba la energía de la isla en todo su esplendor, un momento en el que todo el que esté presente puede sentir como te envuelve la alegría de la gente, la esperanza, abundancia y la conexión, paz y luz de la isla. Es el verdadero recuerdo de que todos somos responsables de formar el legado que preserva nuestras tradiciones.
Créditos de fotos a Gabo Cárdenas y Anyerber González